En el mundo atractivo de los juegos de dominó, una variante particular desafía a los jugadores a organizar estratégicamente sus mosaicos con un objetivo específico en mente: hacer que los extremos abiertos del diseño sean hasta 5, o cualquier múltiplo de los mismos. Este juego, jugado con los azulejos de dominó tradicionales, requiere habilidad y un poco de suerte al intentar alinear sus piezas para que los números en los extremos abiertos de la cadena de dominó totalan 5, 10, 15, etc. La emoción de este juego radica en la planificación cuidadosa y la satisfacción de lograr esa suma perfecta, convirtiendo cada movimiento en un paso más cerca de la victoria.