Una iniciativa de ciudadanos europeos, "Stop Killing Games", exige una legislación de la UE para proteger las inversiones de los jugadores en los juegos en línea. La petición, estimulada por el cierre de Ubisoft de la tripulación , tiene como objetivo evitar que los editores hagan que los juegos no se puedan jugar después de terminar con el soporte. La iniciativa busca un millón de firmas dentro de un año para proponer formalmente la ley a la UE.
La petición, que ya cuenta con más de 183,593 firmas, argumenta que los cierres de servidores constituyen una forma de obsolescencia planificada, destruyendo efectivamente las compras de los jugadores y desperdiciando innumerables horas de juego. El organizador Ross Scott destaca la pérdida incurrida por el cierre de de la tripulación , impactando a 12 millones de jugadores. Dibuja paralelos a las películas perdidas de la era silenciosa, enfatizando la naturaleza irremplazable de las compras de juegos digitales.
La ley propuesta exigiría que los editores mantengan juegos en un estado jugable al finalizar el apoyo, dejando el método de implementación a los propios editores. Esta responsabilidad se extiende a juegos gratuitos con microtransacciones, asegurando que los jugadores no pierdan sus compras en el juego. La iniciativa cita la transición exitosa de Knockout City a un modelo gratuito con soporte de servidor privado como un ejemplo viable.
Es crucial notar que la petición no demanda:
Si bien la aplicación de la ley se limitaría a Europa, Scott espera que su aprobación en un mercado tan grande inspire el cambio global, ya sea a través de la legislación o la autorregulación de la industria. Alienta el apoyo de jugadores no europeos al difundir la conciencia de la iniciativa.
Firme la petición en el sitio web "Stop Killing Games" para contribuir a esta importante causa. Recuerde, cada persona solo puede firmar una vez. El sitio web ofrece orientación específica del país para garantizar la validez de la firma. La lucha por preservar la propiedad del juego digital está en marcha, y su apoyo puede marcar la diferencia.