Pocos esperaban que el director David F. Sandberg, conocido por ¡Shazam! y su secuela Fury of the Gods, dirigiera otra película de franquicia, incluyéndose a sí mismo. Sin embargo, con su nueva adaptación de terror Until Dawn acercándose a su estreno en cines, está hablando sobre la intensa reacción negativa de sus experiencias en el Universo DC y lo que le atrajo de vuelta a adaptar propiedades intelectuales existentes.
"La brillantez del guion fue que no intentó replicar el juego", le dijo Sandberg a GamesRadar+ sobre transformar el juego de terror de culto en una película. "Comprimir diez horas en dos no funcionaría. Pero incluso al crear algo nuevo, hemos mantenido el terror". Reconoció lo protectores que se vuelven los fans con las adaptaciones de sus propiedades queridas.
"Francamente, los fans pueden volverse extremadamente apasionados, incluso hostiles. Después de la recepción de Shazam 2, incluyendo amenazas de muerte, juré no hacer más películas de IP", reveló Sandberg sobre su mentalidad posterior al DCU. "La negatividad simplemente no valía la pena soportar".
¿Qué cambió su postura? El enfoque innovador del guion de Until Dawn. "Cuando llegó este guion, su potencial de terror me emocionó. Los guionistas incorporaron brillantemente un mecanismo de bucle temporal que hace eco de la narrativa ramificada del juego, permitiendo al público experimentar esa sensación de 'rejugar con diferentes elecciones' mientras se cuenta una nueva historia", explicó. "Esa solución creativa me convenció para asumir el riesgo".
Sandberg comprende la difícil cuerda floja de adaptar juegos: "Si hubiéramos recreado directamente el original, las comparaciones habrían sido brutales: actores diferentes, narrativa comprimida. No se puede superar una obra maestra, entonces, ¿por qué competir?" En cambio, su equipo se centró en honrar la esencia del juego a través de técnicas cinematográficas.
Escrita por Blair Butler y Gary Dauberman (It: Chapter Two) y protagonizada por Ella Rubin, Until Dawn llegará a los cines el 25 de abril de 2025, marcando el regreso calculado de Sandberg al cine de IP con nuevas soluciones creativas para ofrecer terror auténtico mientras esquiva los escollos de la adaptación.